La inteligencia artificial (IA) es una tecnología que permite a las máquinas imitar el comportamiento humano, como el razonamiento, el aprendizaje y la toma de decisiones. Esta tecnología está ayudando a miles de empresas a aumentar sus ingresos y a trabajar con más eficiencia.
Esta puede ser utilizada en las empresas para analizar grandes cantidades de datos en poco tiempo, lo que permite tomar decisiones más informadas y precisas. También puede mejorar la experiencia del cliente a través de chatbots y asistentes virtuales.
Además, puede incrementar la productividad de una empresa hasta en un 40% según estudios. Se está convirtiendo rápidamente en una ventaja competitiva para muchas organizaciones.
Según un estudio de McKinsey, la adopción de la IA en las empresas se ha más que duplicado desde 2017. En 2017, el 20% de los encuestados informó haber adoptado la IA en al menos un área de negocio, mientras que hoy en día, esa cifra se sitúa en el 50%, aunque alcanzó su pico más alto en 2019, con un 58%. Además, más del 35% de las empresas utilizan IA de alguna forma y casi el 85% de las empresas consideran la inversión en IA como una prioridad estratégica para ellos.
“La IA puede ser de gran utilidad en las empresas. Ya se está utilizando para automatizar el proceso de las tareas diarias y ayudar a reducir las tareas mínimas de las que hace el ser humano. Mediante la utilización de la IA en la cultura del trabajo, puede ayudar a reducir la carga de trabajo de los empleados y hacer la vida más fácil.” – Vidhi Mukeshbhai Thakkar
Se está convirtiendo rápidamente en un elemento básico en el lugar de trabajo y su uso se está extendiendo a casi todas las áreas de la vida cotidiana. Se espera que su uso siga aumentando en los próximos años y que siga revolucionando la forma en que las empresas operan, interactúan con sus clientes y compiten en el mercado. A medida que las tecnologías de IA evolucionan y mejoran, las oportunidades y retos que presenta para las empresas también aumentan.